Como fisiculturista, se necesita una variedad de vitaminas y minerales en la dieta diaria para poder aumentar y mantener la masa muscular de forma correcta. Según expertos en nutrición, los ejercicios vigorosos de musculación pueden aumentar la necesidad de ciertos nutrientes. La vitamina "E" es una de estos ya que le permite al cuerpo utilizar eficazmente el oxigeno disponible, a fortalecer la resistencia física y a mejorar el sistema circulatorio.
La Vitamina E
La vitamina "E" es un nombre colectivo para un grupo de ocho (08) antioxidantes solubles en grasa. Los antioxidantes son componentes importantes en la dieta, debido a que ayudan a proteger al cuerpo de los efectos dañinos de los radicales libres. Los radicales libres pueden causar condiciones potencialmente mortales, tales como el cáncer y enfermedades del corazón. Incluso, la vitamina "E" ayuda a proporcionarle al cuerpo el oxigeno necesario para estar físicamente activo.
Cantidad recomendada
Se recomienda consumir 15 miligramos (mg) o 22.4 unidades internacionales (UI) por día.
La vitamina E y el físiculturismo
Cuando incluyes la cantidad recomendada de Vitamina "E" en tu dieta diaria, puedes alcanzar y mantener una resistencia adecuada para todas las actividades de fisiculturismo. Estudios afirman que una deficiencia de vitamina "E" puede reducir tu circulación sanguínea y afectar la capacidad de hacer sangre en el cuerpo, lo que también afectará la capacidad de aumentar la masa muscular y de hecho a alcanzar tus objetivos físicos.
¿Qué alimentos son fuentes de vitamina E?
Para obtener las cantidades recomendadas de vitamina "E", hay que consumir alimentos variados, como los siguientes:
Los aceites vegetales, por ejemplo, los aceites de germen de trigo, girasol y cártamo, se encuentran entre las fuentes más ricas de vitamina "E". Los aceites de maíz y soja también aportan vitamina "E".
Los frutos secos (maníes, avellanas y en especial almendras) y las semillas (semillas de girasol) también se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina "E".
Las hortalizas de hojas verdes, como la espinaca y el brócoli, contienen vitamina "E".
Ciertos cereales para el desayuno, jugos de fruta, margarinas y productos para untar, entre otros alimentos, son fortificados con vitamina "E" agregada.
Lea la etiqueta del producto para saber si un alimento contiene vitamina E.